Centro de Estudiantes

Toda organización tiene fortalezas y debilidades, y en el caso de una organización estudiantil, como lo es un Centro de Estudiantes, requiere un gran trabajo de parte de los docentes, si es que se quiere hacer de esta entidad algo que sirva a los propósitos de la educación secundaria, pues el desinterés que muestran los jóvenes en este tipo de acciones es realmente importante. Los jóvenes no le encuentran sentido a participar, y no entienden como lo hacemos nosotros que la participación es la base de la Democracia. En este sentido ven las propuestas de los docentes como una forma de salirse de la clase, de evadirse de otras responsabilidades, de “zafar”. En este punto estamos varados en nuestra institución, pues en los pocos intentos realizados por organizar a nuestros alumnos y alumnas hemos cosechado fracasos a corto plazo, no pudiendo sobrepasar la barrera de la elección de Delegados de cada Curso.

Es muy posible que nuestro mayor error haya sido subestimar las nuevas formas de asociación de los jóvenes de nuestra comunidad, que difieren largamente de las formas en que nosotros nos interrelacionábamos, en nuestra juventud.

Partiendo de la idea que fue nuestra responsabilidad no comprender que organizar no significa imponer un sistema, ni una única forma de hacer las cosas, el equipo directivo ha decidido realizar una consulta a todos los alumnos sobre la forma en que creen que deben organizarse ellos mismos, partiendo del trabajo de los Profesores Tutores hacia el interior de los grupos de clase. Luego de esto se analizarán las propuestas de los alumnos y se realizará  una síntesis de las mismas. Por último, se propone la realización de un referendo para elegir por mayoría la forma de organización que se le debería dar al Centro de Estudiantes.

Esta tarea se proyectó para 2009, pero la realidad institucional y las características atípicas del ciclo lectivo citado impidieron su realización.

Este año debemos participar los adultos para lograr la participación de los jóvenes.